Otra vez despierto

Fue un largo, largo, pero reparador descanzo.
Claro que no siempre se descanza tirado en la playa a la orilla del sol. Este año moví el esqueleto.
Sí señores. el "A mover el esqueleto" se me dio por realizar las reparaciones que desde hacía ya un tiempo me reclamaba la "tapera".
Así que de paso me descargué unos cuantos quilitos que me lleveba puesto.
La cuestión es que el aire del mar me provoca una explosión interna de actividad y el reposo en la playa, la verdad, me espanta. Me espanta estar tirado largas horas sin hacer nada provechosos más que tomar mate, verles el culo a las minas, apreciar como a uno le quedan lejos por la protuberante zapan que de proveyó. En fin. Las diosas están más lejos del alcance de mi mano que nunca.
Así que esa es otra razçon por la que me quedo en casa y algunas tardes jugando a las bochas con los viejos del barrio.
¡Toda una proeza! JAJAJA

Un abrazo